Por: Rosario Greene
Siempre me ha gustado ser anfitriona. Recibir a mis amigos, a los amigos de mis niños, celebrar los cumpleaños, hacer asados y celebrar –en general- cualquier cosa. Me encanta la cocina, la parrilla y la reunión que esto implica.
Trato siempre de que en cada celebración o invitación a la casa haya algún detalle diferente. Me encanta que la mesa se vea linda. Que no solo el bebestible o la comida que está sobre la mesa sean ricos, sino que “la mesa misma” sea algo que te invite a sentarte. Que te detenga y que llame la atención. Creo que así como a todos nos gusta tener una casa linda donde nos sintamos cómodos, también nos gusta sentarnos en una mesa linda. O entrar a un ambiente que sea reflejo de color y calor. Que a fin de cuentas, demuestra acogimiento y cariño.
A veces nos cuesta invertir en la decoración del cumpleaños por falta de tiempo o porque siempre implica un gasto económico que, a fin de cuentas, uno cree que “es desechable”. Los invito a cambiar este paradigma y a reciclar muchas cosas. A ocupar la imaginación para no gastar tanta plata en decoración comprada sino en fabricar también algo con lo que ya tenemos.
Acá les dejo algunos tips que ocupo para llevar a cabo esto en mi casa.
Creo que sin duda tener un mini stock de cosas ayuda a lograr mejor el objetivo. Para esto los invito a tener un lugar especial para guardarlo. Comprarse una caja plástica e ir metiendo todo lo que vamos juntando. De esta forma no tenemos que ir comprando para cada cumpleaños, sino que lo reutilizamos. Tener esta caja como un verdadero tesoro e ir comprando de a poco cosas para ir metiendo. Así el gasto no duele tanto y esto nos ayuda a localizar lo que tenemos. El orden y el lugar indicado es clave para no volver a comprar.
Invertir en un par de cosas que vamos a ocupar en cada celebración. Para esto es muy importante que sean transversales que puedan utilizarse en fiestas de grandes, de niños, de hombres y mujeres. Por ejemplo, banderines, pelotas de papel, guirnaldas o pizarrones decorativos a tiza que podamos borrar, cosa que cambiemos el mensaje según el motivo de la celebración.
En mi caja tengo hace más de 6 años, unos banderines de género largos que ocupo para todas las celebraciones y unas pelotas con diferentes colores que las combino según el celebrado. Dan color, calidez y animan mucho el ambiente. Aislan, acotan el espacio y uno se siente acogido e invitado.
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Detalles baratos que hacen la diferencia: Tener en la caja siempre un pack de velas circulares. Esas chicas que son baratas y vienen muchas. Siempre sacan de apuro y si tienes una comida con solo ponerlas en fila en la entrada de la casa ya te arma un ambiente diferente. Es algo barato, simple , fácil de poner y sacar. Y la luz de la vela otorga un ambiente inigualable.
Detalles que no requieren gasto monetario que sirven para decorar la mesa: Poner jarrones de agua con rodajas de limón y pepino dentro. No sólo da frescor al agua, sino que también se ve muy lindo, le da un toque rústico, de hogar e invita a tomar mucho más agua que bebidas artificiales. Les aseguro que si los jarrones tuvieran solamente agua, estarían llenos.
Cuando tengamos un evento grande donde venga más gente que requiera exponer las cosas en la mesa, es muy importante la distribución de ellos. Armar la mesa en niveles. Por ejemplo, podemos ocupar algún mueble que tengamos en nuestra casa y exponer ahí postres para que la gente se sirva. Poner los cubiertos en baldes de lata o en alguna caja de madera reciclada que invite a servirse.
Pintar unos cajones de tomate: En La Vega los pueden comprar a “luca” e incluso muchos te los regalan ahí mismo. Los pintas con colores que sean pasteles y nuevamente transversales y sobre eso puedes poner diferentes tipos de panes, puedes ponerlos dados vuelta y armar niveles distintos para apoyar cosas y da un look completamente entretenido.
Cuando la mesa tiene muchas cosas resulta muy lindo y útil ponerle cartelitos a las diferentes cosas que hay. Además de verse muy lindo la gente sabe qué está comiendo.
Sacar del jardín o comprar “un solo” arreglo de flores naturales. Hacerlo cundir dividiéndolo en varias varillas y mezclarlo con ramas verdes que podemos sacar de la calle. Tener algunas botellas de vidrio transparente o de color, envases vintage que reciclemos de jugos, frascos de mermeladas transparentes o incluso botellas de vino sin etiquetas y luego disponer todos estos arreglos sobre la mesa. Así de un gran arreglo floral sacamos muchos. Es barato y se ve precioso.
Elegir ciertos colores para decorar. Es mejor optar por una gama de colores o por dos o tres colores puntuales que comprar todo de diferentes colores. Por ejemplo, si es un cumpleaños de niños y compramos globos, platos y cubiertos desechables o servilletas de papel. Optar por una línea de color y seguirla en todo lo que compremos. No me gusta como se ven los cubiertos de un motivo, servilletas de otro y platos de otro. Es mejor tener los platos blancos si no encontramos el color que buscamos que tener algo que no nos convence.
Y si el tiempo nos acompaña y la celebración lo amerita, hay veces que nos podemos esmerar un poco más haciendo algo diferente. Como por ejemplo, escribir detallado el menú que vamos a servir o decorar con fotos del festejado. Acá les dejo una idea de lo que hice para el cumpleaños número 5 de mi hija. Imprimí fotos característica de ella, sonriendo, haciendo lo que le gusta, imágenes que la retraten y las dispuse en forma de 5. Las pegué sobre un pizarrón de nuestra tienda porque me encanta el toque del fondo negro y el dorado del marco, pero se pueden pegar sobre la muralla o un vidrio.
Los invito a celebrar la vida. A pasarlo bien. Y a que sus celebraciones sean el reflejo del cariño de la gente que va a sus casas. Con una mesa linda, una comida rica y algún detalle especial. ¿Requiere algo de tiempo? Sin duda. Pero les aseguro que la satisfacción será mayor y hará que haya merecido la pena.